31/1/09

Jugar al toro

¿Qué pasa por la cabeza de un niño cuando juega al toro?, ¿Qué resortes atávicos le impulsan a coger un trapo y ensayar pases – intuidos o recordados- ante un toro imaginario?

Decían que cuando se acabaran las épocas de necesidad, se acabarían las vocaciones toreras y perdería sentido la máxima que dice que entre los cuernos está el cortijo, porque los jóvenes perseguirían el bienestar económico procurando ser los mejores en otras aficiones de masas, pero está claro que no es solo ese bienestar, ni siquiera lo mas importante, lo que un aspirante a torero busca delante de un toro.

Las escuelas taurinas están llenas de jóvenes que nunca han pasado ni necesidad, ni hambre, alumnos en la mayoría de los casos sin tradición taurina en sus familias y empeñados en ser, no toreros, sino figuras… y eso que desde las paredes de alguna escuela se les recuerda: ser torero es muy difícil, ser figura es un milagro…
Y todo el sacrificio les parece poco a estos jóvenes que al principio de su aprendizaje aun no han tenido tiempo de comprobar la adicción que crean las descargas de adrenalina….

Antonio Arévalo en su libro “Le Hèros Français” relata como Felipe Gourou, uno de lo primeros maestros de Sebastián Castella, recuerda como ensayaba de niño sus pases, primero con una manta y después con un trozo de toldo bien tieso, porque en su opinión para los que quieren llegar no son necesarios los capotes de Fermín…

Desde luego que no son necesarios... ya han pasado muchos años desde que Sebastián “jugaba al toro”, hoy día 31 de enero cumple 26 años y es ya una figura del toreo.

¡Feliz cumpleaños, maestro!, tu peña española te desea un feliz día y una gran temporada.

27/1/09

El paseíllo: suerte, valor y al toro

A principios del siglo XX se decía, haciendo mención al torero Antonio Fuentes, que solo por verle hacer el paseíllo se podía pagar el precio de la entrada.
No he conseguido ver ningún vídeo de ese paseíllo tan caro, pero este es el torero al que se refería Guerrita cuando decía después de mi naide y después de naide, Antonio Fuentes…También se recuerda la manera de hacer el paseíllo de Cagancho y mas recientemente de Curro Romero y Rafael de Paula.

En la actualidad, en mi opinión, uno de los toreros que más elegantemente hace el paseíllo es Sebastián Castella. No le diría yo a nadie que pague la entrada y después del paseíllo se vaya, pero desde luego la manera que tienen los diestros de hacerlo refleja mucho de lo que podremos ver después durante la lidia y es un inicio de celebración vistoso, solemne y a la vez alegre.

Dicen que el capote de paseo que lucen los toreros tiene su origen en el que usaban los sacerdotes arrianos, y es cierto que hay algo místico y litúrgico en este orden riguroso con el que desfilan, reglamentado en todos sus detalles y que establece una rigurosa jerarquía ceremonial en la que prima el número tres.
Los toreros exhiben su poder en el paseíllo, acompañados por los banderilleros, picadores y cuantos intervienen en la fiesta.

Castella es torero desde que pisa el ruedo, su caminar recto, indolente, el ritmo de sus zancadas al compás de su brazo derecho, su seriedad y solemnidad, hacen que merezca la pena estar atentos a su paseíllo justo antes de que cambie la seda por el percal.

25/1/09

Pasodoble

D. Eugenio Gómez Garcia, nos comenta en su rincón del pasodoble, que existen diversas hipótesis sobre el origen de esta pieza musical, destacando como posible inicio, la opinión del musicólogo Jose Subirá, quien defiende que el pasodoble proviene de la tonadilla escénica, composición, que en la primera mitad del siglo XVIII servía como conclusión de los entremeses y de los bailes escénicos.

Jose Subirá también da a conocer, que entre las más de dos mil tonadillas manuscritas que se encuentran en las bibliotecas, en algunas de ellas se describen corridas de toros, sirva como ejemplo de ello las tonadillas de Pablo Esteve “El torero, la maja y el petimetre (1870).
Cuando las tonadillas trataban sobre temas taurinos participaban clarines y atabales (hoy llamados timbales), los mismos que habían actuado en las vistosas fiestas de toros en las plazas mayores de las ciudades en siglos anteriores.

El pasodoble está presente en un gran número de zarzuelas, que lo incluyen para situar la acción de la obra en el mundo taurino. Lo mismo ocurre con la opera, encontrando el mejor ejemplo en la canción del “Toreador” de la ópera Carmen de Bizet, acción que se desarrolla en la plaza de toros de la Maestranza de Sevilla.

Que un torero tenga un pasodoble es sin duda un gran honor, ya que no hay tantos que puedan presumir de ellos. Sirva como anécdota que no fue hasta el año 2007 cuando se descubrió el primer y único pasodoble dedicado al gran maestro Joselito. El autor de la letra de este pasodoble fue D. Pedro Muñoz Seca, escribiéndolo bajo la fuerte impresión que le produjo la trágica muerte del torero y poniéndole por título “Pobre Joselito”. El maestro D. Joaquín Taboada fue quien le puso música al mismo.
Otros grandes figuras del toreo también han sido reconocidos con un pasodoble dedicado: Manolete, Antonio Ordoñez, Antonio Bienvenida, Marcial Lalanda, …

Y como no podía ser menos Sebastián Castella también tiene su pasodoble y muy bueno por cierto. Magnífico trabajo el del compositor riojano Luis Mari Monje. Tanta calidad tiene que me gustaría escucharlo siempre que Sebastián de la vuelta al ruedo.




Pasodoble de Sebastián Castella, autor Luis Mari Monge






23/1/09

Amar el arte de torear

La primera vez que vi torear al maestro, mi afición que por entonces estaba resentida se vio envuelta en una lucha entre el sentir que se me iba la vida por momentos y el renacer de sensaciones que nunca hasta entonces había sentido. Mi padre me dijo entonces que había sentido la verdad del toreo.

No sé si soy una gran o buena aficionada, desde los 18 años hasta hoy que tengo 31 he experimentado con el arte de ver torear diferentes etapas a cual de ellas más interesante, pero destaco el descubrimiento del Maestro Castella en el año 2006.
Desde entonces hasta hoy, siempre que me es posible acudo a tantas plazas como puedo para sentir el arte en estado puro, esto es ver torear al Maestro Castella.

No entro en valoraciones en cuestión de técnica, ni si tiene o no gran repertorio artístico, la primera vez que vi al Maestro hasta su última actuación en Manizales el cambio es obvio, tanto por el conocimiento que se va adquiriendo como por el aprendizaje del día a día.
Creo que aúna en su persona el arte, el misterio, la verdad del toreo, la capacidad de sobreponerse y me asombra más aun y doy fe de ello que se la juega a la par en la plaza de las Ventas igual que en otra ciudad de provincia cualquiera..

Me recuerda y es un FRANCES el que ha tenido que hacerlo, otros tiempos, otras competencias en la plaza, esos duelos entre los grandes; y si no remontémonos al año 2006, fue él y solo él el que nos recordó que el arte de torear es algo más que llegar, pegar dos o tres pases y matar... Los grandes lo son y es por algo.


Miraremos nuevos triunfos encandilados por el mismo son de un baile perfecto
Levantaremos nuestros pañuelos en una oda de éxtasis a la valentía
Quizás no nos miremos, ni siquiera cruzaremos una palabra
Todo estará dicho.

N.M.J. amiga de la peña taurina Sebastián Castella

19/1/09

Por qué un abanico

Estos días, una fábrica de Sevilla está elaborando los abanicos de la peña con los que esperamos ir a la plaza en esta temporada, siguiendo una tradición muy española.

Siempre se han visto abanicos en las plazas de toros y no solo las mujeres han sido sus portadoras.
Además de su utilidad práctica, porque ya se sabe, tarde de toros, tarde de sol y moscas, el abanico según relata Juan Antonio Pérez Mateos en su obra, El toreo: una visión inédita, ahuyenta los malos espíritus, con él se están expulsando de la plaza los malos augurios sobre el diestro… se está atizando el fuego creativo, que brota en la arena, símbolo del sacrificio ritual.

Nuestro abanico además de servir como signo de identificación de la peña, tiene en su diseño un homenaje a Sebastián Castella..
Hemos elegido este elemento español y tradicional en las plazas, al que hemos dado el colorido de la bandera francesa en honor a su nacionalidad, eso sí, con lunares andaluces, como el acento que con los años se le va notando al maestro.


18/1/09

Varas

Como aficionado taurino y admirador del toro bravo, siempre espero con curiosidad el tercio de varas, al brindarnos este la oportunidad de observar algunas de las características que mejor definen a este bello animal. Fuerza, fijeza, codicia en la pelea, se ponen de relieve en mayor o menor medida ante el castigo, distinguiendo a los buenos picadores y definiendo el comportamiento de unas y otras ganaderías ante este tercio.

Picar bien, es una práctica de bella estampa no exenta de una gran dificultad. Una buena cuadrilla no puede ser tal si no cuenta con unos buenos picadores, cuya función principal es preparar el toro para la posterior lidia, ayudando a ahormar su embestida.
Aunque resulte impensable llegar a la muleta si cumplir este tercio, cada día se pica menos, e incluso en aquellas plazas donde se hacía gala de su cumplimiento estricto, las presidencias se muestran excesivamente permisivas autorizando el cambio, con la simple muestra de un esbozo de tercio de varas, con el pretexto o la necesidad de mantener con fuerza el toro en la muleta.

Que imagen la del toro en larga arrancada al encuentro del caballo y como se aplaude al picador cuando el puyazo entra en su sitio y aguanta con fuerza la acometida. Se echan de menos los toros embebidos de caballo, displicentes al engaño que insiste en sacarlos de su empeño.

Tercio de quites, de habilidad y gusto con el capote, llevando o sacando al toro del caballo con excelencia torera. Pero los toros ya no acostumbran a dormirse en el peto y los quites, característicos de este tercio, van brillando por su ausencia. Que no se pierdan.

16/1/09

Capote

Con el paso de los años, tristemente, se va abandonando el arte del capote. Es una parte fundamental de la corrida, que para mi entender, es donde se da a conocer el torero y el toro, apreciando así las características de este último.
Hoy en día pocos toreros aprovechan este tercio, bien porque el toro no lo permite o bien porque las plazas cada vez reducen más este tiempo para pasar a picar.

Día a día viendo torear a Sebastián Castella enmudezco por completo. Observar ese bello compás entre el toro y el torero al enlazarse en el capote como si estuvieran bailando el uno con el otro. Ver esa tranquilidad, esos capotazos lentos acariciando al toro. Como un pintor creando su arte y el toro acompañando al capote dando belleza y pureza a la obra.

Entonces me di cuenta que todavía hay toreros resurgiendo ese tercio, dándonos la esperanza de poder seguir disfrutando.

11/1/09

El poder de la sugestión

El efecto contagio en las plazas, está muy ligado al estado de ánimo del público, siendo este aprovechado por muchos toreros, que logran de ese modo éxitos injustificados. Por el contrario, existen otros diestros que solo son consiguen estas reacciones en masa cuando se “salen”, es decir, cuando están esplendidos, arrastrando al público pase a pase, para en un contagio lento, obtener al final el reconocimiento del mismo.

Entre el torero populista y los otros existe grandes diferencias, pero el resultado final es que unos arrastran masas y los otros están destinados a un público más selecto.
Prefiero a estos últimos, caracterizados por ser capaces de dejar en casi todas sus faenas un buen sabor de boca, trabajado el éxito a base de técnica, inteligencia y valor. Entre ese tipo de toreros brilla sobremanera, Sebastián Castella.

Sebastián Castella es un torero ya muy definido, con un estilo propio que marca tendencia. Aúna en sus faenas una gran técnica, que oculta en ocasiones el verdadero peligro de las mismas.
Indiscutiblemente Castella ocupa un sitio en el ruedo destinado solo para los elegidos, pero lo que más llama la atención es que lo hace sin aspavientos, de forma natural, transformando lo complejo en una sencillez inaudita: la difícil facilidad
Otros toreros, aun siendo capaces de ocupar esos lugares, lo logran de una forma más forzada, más tensa me atrevería decir y aun no restándoles ni un ápice de mérito, si me permito opinar que no alcanzan esa armonía, esa que tantas veces Sebastián es capaz de regalar.

Sebastián Castella podrá gustar o no gustar. La variedad de formas y estilos enriquece el arte de torear, pero al menos, en cuanto a pureza de ejecución, todos los aficionados deberíamos coincidir en que este torero porta ese don.


1/1/09

Toros en 2009

Sin buscar un sentido más profundo, que lo tiene, la corrida de toros ha estado siempre presente en la celebración de todas las fiestas religiosas y civiles en España: la mal llamada “fiesta nacional”.

En nuestra historia hemos celebrado con toros las fiestas del santoral eclesiástico, las guerras, las derrotas, las bodas, las licenciaturas, los noviciados... no olvidemos el origen conventual de hierros y divisas. Las corridas de toros han estado indisolublemente unidas a la vida de los españoles en su vertiente religiosa, pagana o civil y siempre con un tono festivo.

Los que en la actualidad se han propuesto que se prohíban, quizá pretenden acabar también con las fiestas que las inspiran. Dice el profesor Tierno Galván que los toros son una constante en la historia de España y el acontecimiento en el que mejor se expresa la remota unidad de sus distintos pueblos..

Los españoles hemos sufrido reyes que han prohibido las corridas de toros y otros que las han autorizado a fin de conseguir una improbable popularidad, reinas regentes que han permitido, siguiendo el consejo del ministro de turno, que el joven rey presidiera una corrida a fin de que aprenda a conocer al pueblo que ha de gobernar

Inútil parece tanto el apoyo interesado como el intento de prohibición. Las corridas de toros, a partir del siglo XVII, han sido una creación del pueblo al margen de toda vicisitud legal.
Ante una solicitud de prohibición en el Senado decía una coplilla en 1877, en la obra teatral A los toros:

Es una fiesta española
que viene de prole en prole
y ni el gobierno la abole
ni habrá nadie que la abola


En pleno siglo XXI pensemos que ojalá así sea... pero no nos confiemos.

Y la fiesta ya no es solo nacional, sino universal, dada su fuerza su celebración se ha extendido geográficamente. Existen corridas de toros en Francia y en Sudamérica, toreros de distintas nacionalidades que hacen que la fiesta evolucione y crezca, interpretaciones que enriquecen este arte y entre todas, destaca especialmente, la de nuestro torero de origen francés Sebastián Castella.